Sobre nosotros

Conoce la historia que hemos escrito a través de estos 85 años de fundación.

Transcurría el final de los años 30 del siglo pasado cuando sentimos la necesidad de luchar. Hicimos un llamado a la unión, esa de la que germinó la semilla del valor por la conquista de nuestros ideales e hizo crecer un árbol de raíces fuertes, vivo hoy, después de 83 años con los sueños de quienes buscamos y reclamamos justicia.

La necesidad de crear una organización sindical nos ha permitido participar en las decisiones de nuestro futuro que involucra el bienestar de nuestras familias. La sed de mejores condiciones laborales nos ha impulsado para formular Pliegos con peticiones muy concretas y aunque no todas se han logrado, hoy tenemos una Convención Colectiva con conquistas sociales, económicas y sindicales que garantizan calidad de vida al trabajador y su familia.

En el año 1938, nos unimos y manifestamos nuestro descontento contra las precarias condiciones económicas y laborales. Presentamos nuestro primer Pliego de Peticiones y reivindicamos el derecho a la organización sindical exigiendo la reducción de la jornada de trabajo, el auxilio de cesantía y un aumento salarial diferenciado. A esto, se sumaron las garantías de salud y educación y así se fortaleció nuestro Pliego. Fue una exitosa lucha a favor de nuestros derechos que por cinco días llamó a la primera Huelga de Trabajadores en la empresa.

Aunque ha habido momentos de tensión, no hemos desistido y la semilla que germinó en Bogotá logró expandirse a otras seccionales del país como Cali, Barranquilla, Pasto, Cartagena, Medellín, Bucaramanga, El Espinal, San Gil y García Rovira.

La democracia es el pilar fundamental de la organización sindical, por eso nuestro Pliego se robustece con cada necesidad, con cada voz, con el trasegar de la historia y del contexto sociopolítico del país. 

Con el objetivo claro de ser escuchados, algunas veces nuestras luchas han desencadenado en huelgas. Somos lo que somos gracias a estas determinaciones contra esas decisiones que de parte de patronos y del mismo gobierno nacional han pretendido desmontar nuestras conquistas.

Nuestro espíritu de lucha nos ha hecho más fuertes con los años. Fruto de ello son los derechos de los que actualmente gozamos junto a los trabajadores tabacaleros, recogidos en los artículos que contiene nuestra Convención Colectiva con conquistas en temas salariales, auxilios, salud, educación, préstamos para vivienda, entre otros muchos beneficios alcanzados con nuestra determinación.

Lograr la jornada de trabajo de lunes a viernes fue una de las conquistas más importantes porque nos garantiza mayor tiempo para la familia, el estudio y la recreación. Ellos son el legado de la impronta de nuestra historia.

En agosto de 1967, una nueva huelga fue necesaria. Nuestro Pliego de Peticiones se centró en dos puntos fundamentales: el aumento del salario básico y la modificación de algunas cláusulas que resultaban lesivas para el trabajador; sobre todo, lo relativo con la estabilidad laboral.

Ante la imposibilidad de llegar a acuerdos justos, se gestó nuestra segunda huelga histórica y la primera a nivel nacional. Fue un alto en el camino que se hizo imprescindible para que nuestras peticiones se escucharan en cada una de las nueve factorías de Coltabaco. Dos mil doscientas noventa voces retumbaron ante patronos y gobierno nacional durante cuarenta días. Una nueva Convención Colectiva se gestó gracias a esta huelga.

Con la llegada de los años setenta, se inicia una nueva era como organización sindical. Los vientos de renovación llegaron. La entrada de trabajadores bachilleres, llamados “Los peludos”, hicieron que el enfoque de la organización cambiara de una figura patronista, a una anti patronal. 

En 1975, nuestra visión futurista nos llevó a agremiar a todos los trabajadores del sector tabacalero en una misma organización sindical. Unimos fuerzas con otros sindicatos y trabajadores del gremio transformándonos en un sindicato de industria.

La movilización ahora iba más allá. La lucha por los derechos de los trabajadores estacionales se vio representada. Sintracoltabaco evolucionó a Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria del Tabaco en Colombia, Sintraintabaco, teniendo en cuenta a otros sectores de la producción tabacalera.

Los años ochenta llegaron cargados de amenazas a nuestras luchas. En octubre de 1981, ocho compañeros fueron encarcelados injustamente y el seis de enero de 1982, con el asesinato de nuestro compañero Javier Cifuentes, intentaron acallar nuestras voces. Nunca nos silenciaron, por el contrario, de inmediato respondimos con la tercera huelga. Fueron sesenta y ocho días de intensa lucha por defender nuestro Pliego y una oportunidad para la cualificación política e ideológica de nuestro sindicato que marcarían el rumbo de posteriores Pliegos.

A pesar del dolor por la muerte del compañero Javier Cifuentes, sacamos fuerzas y en honor a su legado, en el año 1986, nos comprometimos con la construcción de la C.U.T. Todos hemos aportado en la solución de sus crisis.

Con el argumento de centralizar toda la producción de la empresa en un solo lugar, vimos cómo fueron cerrando varias seccionales con la intención de aumentar sus ganancias. Contrario a lo que pensaron, nuestro sindicato no fue debilitado y a pesar de los inminentes despidos, supimos sobreponernos.

La década de los noventa fue un nuevo reto para nuestra organización. Amparados en la Ley 50, Coltabaco realizó una solicitud ante el Ministerio de Trabajo pretendiendo realizar un despido colectivo de doscientos sesenta y ocho empleados. Sintraintabaco se hizo sentir con fuerza y con la toma del Ministerio de Trabajo en Medellín, logró impedir el despido de ciento cincuenta de ellos.

En las últimas décadas, las políticas del modelo neoliberal entraron en vigor y producto de esta realidad económica, política y social, miles de empresas fueron cerradas y muchas organizaciones sindicales fueron debilitadas. Estos cambios llevaron a que Coltabaco dejara de ser de capital nacional al ser vendida en el año 2005 a la Philip Morris International. Con la tecnificación, polifuncionalidad, tercerización, despidos y arreglos, 700 trabajadores perdieron sus empleos y se quedaron por fuera de la compañía.

Las nuevas políticas impuestas por la multinacional hicieron que Sintraintabaco se manifestara con vehemencia en defensa de derecho al trabajo en condiciones dignas, a la Convención Colectiva y a la organización sindical en un momento que fue llamado por muchos La lucha del vaquero contra el indio. A raíz de estas coyunturas políticas, económicas y sociales en que se enmarcaron nuestras luchas, logramos hacer presencia en el Capitolio Nacional y realizamos dos foros tabacaleros donde debatimos y cuestionamos el futuro de la industria.

Varios de nuestros compañeros dieron su vida por una causa justa. Nos arrebataron a personas brillantes. Las voces de Javier Cifuentes, Aníbal León y Ciro Arias, continúan retumbando en el espíritu de nuestro movimiento. Lo que somos y seremos se lo debemos a cada uno de ellos.

Sintraintabaco, en estos 85 años, ha marcado la historia de las luchas sociales en Colombia resistiendo los adversos contextos socio políticos del país. Hemos logrado persistir en la defensa por los derechos de los trabajadores. Han pasado los años, se han ido compañeros, han llegado otros, pero nuestro objetivo nunca ha perdido nuestro horizonte: que la Convención Colectiva sea aplicada a cada trabajador de la empresa. Nuestros Pliegos se han convertido en el estandarte de nuestra lucha.

Somos parte de este legado, somos esa historia que se sigue escribiendo. Sintraintabaco, una historia de lucha por vida digna.